El ictus no es consecuencia del envejecimiento sino que existen determinados factores de riesgo mediante los cuales se puede reducir su incidencia y mortalidad asociada a esta enfermedad, según afirma Freek Verheugt, investigador del Hospital Onze Lieve Vrouwe Gasthuis de Ámsterdam. Según las predicciones internacionales la incidencia del ictus mortal, junto a la cardiopatía y el cáncer), seguirá aumentando; se prevé un incremento de unos 6 millones por año en 2010 a casi 8 millones para el 2030. La OMI, Organización Mundial del Ictus, aconseja un protocolo para reducir el riesgo, para lo cual se deben seguir seis pasos: conocer los factores de riesgo como presión arterial alta, colesterol alto y diabetes; hay que hacer ejercicio con regularidad; hay que mantener una dieta sana y evitar la obesidad; se debe limitar el consumo de alcohol; prohibición de fumar y reconocer las señales de alerta de un ictus
La seguridad en el trabajo pretende detectar, evaluar y corregir los riesgos de accidentes. Se apoya en los factores causantes de los accidentes acaecidos y en los resultados de la investigación de estos accidentes. Para la prevención se recurre a técnicas cuya finalidad es suprimir riesgos y proteger el operario.