El cuadro general
de mando integral y protección es un instrumento que facilita la
implementación de la estrategia empresarial en toda la organización; si
se efectúa de manera adecuada se convertirá en modelo de gestión, pero
si no se adapta a la empresa adecuadamente, no pasará de ser un
instrumento contenedor de indicadores, sean estos financieros o no.
¿Para qué sirve?
El cuadro de mando integral de mando y protección
una vez que se ha diseñado y concretado debe integrarse en las
distintas fases de la gestión empresarial. Debe integrarse en el proceso
de presupuesto y planificación de la empresa.
A cada objetivo le corresponde un plan, un programa y un presupuesto que faculte su cumplimiento. Deberá facilitar el diálogo con el personal, de esta forma podrá servir para analizar el grado en que se logran los objetivos, el análisis de las acciones correctivas y la evaluación del desempeño; con lo cual estará determinando los incentivos a conceder.
La experiencia de implantación del cuadro de mandos integral en la empresa es positiva porque proporciona feedback sobre estrategia, funcionamiento, objetivos estratégicos, permitiendo determinar si estos son lo suficientemente ambiciosos o no.
Para los gerentes es como una herramienta básica de gestión y los trabajadores aprenden con el ejercicio de este instrumento, mientras que la empresa obtiene resultados positivos, a la vez que supera los beneficios de la inversión realizada. Para elaborar los indicadores es preciso información adecuada y tener los sistemas informáticos adecuados para utilizar.
A cada objetivo le corresponde un plan, un programa y un presupuesto que faculte su cumplimiento. Deberá facilitar el diálogo con el personal, de esta forma podrá servir para analizar el grado en que se logran los objetivos, el análisis de las acciones correctivas y la evaluación del desempeño; con lo cual estará determinando los incentivos a conceder.
La experiencia de implantación del cuadro de mandos integral en la empresa es positiva porque proporciona feedback sobre estrategia, funcionamiento, objetivos estratégicos, permitiendo determinar si estos son lo suficientemente ambiciosos o no.
Para los gerentes es como una herramienta básica de gestión y los trabajadores aprenden con el ejercicio de este instrumento, mientras que la empresa obtiene resultados positivos, a la vez que supera los beneficios de la inversión realizada. Para elaborar los indicadores es preciso información adecuada y tener los sistemas informáticos adecuados para utilizar.
Funcionamiento
Si
la teoría expuesta se aplica a una empresa eléctrica por ejemplo,
habría que barajar conceptos como cuadro general, instalaciones de
electricidad, programa de electricidad, software de electricidad,
automático diferencial, etc.
Pero al margen de la especificidad de un determinado sector se dirá que para la implantación de un cuadro general de mando y protección hay que hacer frente al presente para poder proyectarse al futuro. Se deben definir bien los objetivos estratégicos junto con los factores clave con los que la empresa va a trabajar mejor que las demás.
Debe adaptarse a su proyecto empresarial. No todos los indicadores sirven para todo tipo de empresa y todo tipo de tamaño de empresas.
Todo debe nacer producto de la reflexión y medición de objetivos, teniendo presente que con la evolución y progresión de la empresa caminan paralelos sus objetivos, luego todo replantear siendo fundamental las relaciones causa-efecto. Un cuadro de mando es la expresión de la estrategia y visión empresarial que se materializa en forma tangible.
El éxito dependerá de que los trabajadores se vean identificados con los objetivos de estrategia empresarial o no. El proceso de implantación puede ser duradero pero no se ha de esperar a tenerlo todo perfectamente definido, su implantación debe ser progresiva y se ha de tener un software que facilite y a la vez resuelva, pues lo que se incorpora no es sino el resultado de un proceso reflexivo; primero estarían el pensamiento y el diálogo estratégico, después la adopción de un software adecuado.
Pero al margen de la especificidad de un determinado sector se dirá que para la implantación de un cuadro general de mando y protección hay que hacer frente al presente para poder proyectarse al futuro. Se deben definir bien los objetivos estratégicos junto con los factores clave con los que la empresa va a trabajar mejor que las demás.
Debe adaptarse a su proyecto empresarial. No todos los indicadores sirven para todo tipo de empresa y todo tipo de tamaño de empresas.
Todo debe nacer producto de la reflexión y medición de objetivos, teniendo presente que con la evolución y progresión de la empresa caminan paralelos sus objetivos, luego todo replantear siendo fundamental las relaciones causa-efecto. Un cuadro de mando es la expresión de la estrategia y visión empresarial que se materializa en forma tangible.
El éxito dependerá de que los trabajadores se vean identificados con los objetivos de estrategia empresarial o no. El proceso de implantación puede ser duradero pero no se ha de esperar a tenerlo todo perfectamente definido, su implantación debe ser progresiva y se ha de tener un software que facilite y a la vez resuelva, pues lo que se incorpora no es sino el resultado de un proceso reflexivo; primero estarían el pensamiento y el diálogo estratégico, después la adopción de un software adecuado.